ONGs LATINOAMERICANAS RECHAZAN EL REGRESO DE LA CAZA DE BALLENAS
Una reunión en los Estados Unidos debate la legalización del sacrificio de ballenas; posición de Brasil y países lationaemericanos podría ser decisiva.
St. Pete´s Beach, Flórida, EUA, 02 de marzo – Las organizaciones no gubernamentales latinoamericanas presentes en la reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que discute una propuesta de “acuerdo” con Japón y los países balleneros para legalizar la caza de ballenas en aguas internacionales, enviaron hoy un duro mensaje a los delegados de los gobiernos que integran la CBI: la propuesta es un retroceso ambiental y será combatida vigorosamente por la Sociedad Civil.
La Propuesta, presentada por el presidente de la CBI, el Embajador Chileno Crisitan Maquieira, legalizaría como caza comercial, por lo menos por los próximos 10 años, la actual “caza científica” practicada por Japón dentro del Santuario Ballenero de la Antártida, establecido por la propia CBI . Además, concedería nuevas cuotas de caza a Japón en sus aguas territoriales; reconocería la caza comercial de Islandia y Noruega como legales y regulares y, en la práctica, revocaría la moratoria a la caza comercial que se encuentra en vigor desde 1986.
Representando ONGs de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Guatemala y Nicarágua, en una contundente declaración, la Directora del Instituto de Conservación de Ballenas Argentino, Roxana Schteinbarg, afirma que las ONGs de la región se encuentran escandalizadas con la propuesta, que coloca los intereses balleneros del Japón por encima de los de la inmensa mayoría de las comunidades costeras del Hemisferio Sur, muchas de las cuales se benefician de la recuperación reciente de poblaciones de grandes cetáceos, a través del turismo de observación.
“Aunque se pudiera entender que determinados paises quieran continuar el sacrificio de ballenas en sus aguas”, dice Schteinbarg, “es absolutamente inaceptable que se siga practicando la caza pelágica de ballenas en el hemisferio sur, contrariando la voluntad de todos los países de la región, que no cazan ballenas y que las manejan exclusivamente para usos no letales”.
La Directora del Centro de Conservación Cetácea, CCC-Chile, Elsa Cabrera, dice que “la propuesta presenta numerosas fallas y no garantiza la efectiva conservation de los cetáceos en el plano global. Esperamos que los gobiernos de la región trabajen de forma coordinada para que los intereses de nuestra ciudadanía puedan ser adecuadamente representados ante la Comisión”.
José Truda Palazzo, Jr., ex Comisionado del Brasil en la CBI y uno de los delegados más antiguos dentro de la Comisión con 27 años de actuación, reforzó, como representante del CCC Brasil, su preocupación de que el Brasil debe mantener su liderazgo en contra de la cacería. “El nuevo representante de Brasil en la CBI, el Ministro Fabio Pitaluga, reiteró aquí que nuestro país es contrario a la continuación de las matanzas del Japón en el Hemisferio Sur, con la disculpa de la supuesta “caza científica”. Por esto, esperamos que Brasil continúe activo para impedir la aprobación de cualquier acuerdo espurio. El proyecto de acuerdo propone, como “limosna” a los países latinos, la aprobación del Santuario Ballenero del Atlántico Sur, por el cual estamos luchando hace años. Sin embargo, como coordinador de la propuesta de este Santuario, “prefiero que no sea aprobado a dejar que el Santuario Antártico sea violentado con la complacencia de la CBI”. Si esto aconteciera, el nuevo santuario sería “de mentirillas”, sólo para decir que se logró algo bueno. No podemos ser cómplices de esta bribonada y el Brasil debe ayudar a los demás países latinoamericanos a levantarse contra ese absurdo. El Bloque Latinoamericano aliado con Australia, que mantiene una posición abierta en contra de la continuidad de la caza, controla suficientes votos para impedir la aprobación de las medidas propuestas.
Actualmente, sólo tres países siguen cazando ballenas en contra del espíritu de la moratoria de la CBI. El Japon, el peor caso, mantiene lo que denomina “caza científica” aprovechándose de un resquicio legal del texto de la Convención de 1946, además de la matanza de decenas de miles de delfines en sus propias aguas. Noruega e Islandia mantienen una caza anual de centenares de ballenas en sus propias aguas, mediante “objeción” a la moratoria. Las ONGs presentes en la reunión de St. Pete´s son unánimes en expresar su preocupación de que avalar las capturas efectuadas por estos países y concederles cuotas legales durante los próximos 10 años, daría un nuevo impulso a una actividad casi moribunda, que sólo sobrevive gracias a enormes subsidios gubernamentales.
La CBI seguirá debatiendo el asunto con miras a tomar una decisión definitiva en su próxima reunión plenaria anual, que se efectuará en Marruecos en junio próximo.
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