Comisión Ballenera Internacional
Los participantes en la reunión, que se celebra en St. Pete Beach, un balneario en la costa de Florida, estudian la posibilidad de ejecutar una propuesta que permitiría a Japón, Noruega e Islandia cazar ballenas abiertamente, con la condición de una estrecha vigilancia y de que se comprometieran a reducir el total de capturas en los próximos diez años. La solución no convence ni a unos ni a otros, pues todos tendrían que ceder, pero no se ve mucha más alternativa.
La propuesta, sobre la que de momento los países reunidos sólo pueden opinar (la decisión se alcanzará en la reunión anual de la CBI en junio), incluiría una vigilancia estrecha a los buques balleneros, que serían seguidos por sistemas de vigilancia por satélite. Además se realizarían análisis de ADN a muestras de carne de ballena, a menudo vendida en Japón en restaurantes, para detectar la pesca ilegal.
Australia y Japón, que continuan enfrentados por la diferencia de opiniones, han mantenido el miércoles un segundo día de reuniones a puertas cerrada. Sobre la propuesta, Australia declaró que era inaceptable, y el país nipón dejó entrever que no estaba satifecho con las condiciones. Japón caza cientos de ballenas al año en el océano Antártico, lo que genera un gran rechazo en Australia y Nueva Zelanda.
La propuesta, sobre la que de momento los países reunidos sólo pueden opinar (la decisión se alcanzará en la reunión anual de la CBI en junio), incluiría una vigilancia estrecha a los buques balleneros, que serían seguidos por sistemas de vigilancia por satélite. Además se realizarían análisis de ADN a muestras de carne de ballena, a menudo vendida en Japón en restaurantes, para detectar la pesca ilegal.
Australia y Japón, que continuan enfrentados por la diferencia de opiniones, han mantenido el miércoles un segundo día de reuniones a puertas cerrada. Sobre la propuesta, Australia declaró que era inaceptable, y el país nipón dejó entrever que no estaba satifecho con las condiciones. Japón caza cientos de ballenas al año en el océano Antártico, lo que genera un gran rechazo en Australia y Nueva Zelanda.
Desde 1986 la CBI impone una moratoria ilimitada que prohibe la caza comercial de ballenas pero autoriza según cuotas precisas, la caza con 'fines científicos', excusa en la que se apoya Japón. Noruega e Islandia por su parte se niegan directamente a cumplir con la moratoria y siguen cazando abiertamente con fines comerciales.
Fuente: Bajo el Agua
0 comentarios:
Publicar un comentario
Y vos qué decis??