24.5.10

Apoyo de Nicaragua a ballenas, en el limbo

 Las ballenas continúan siendo más valiosas vivas que muertas, a juicio de la mayoría de países de América Latina.

LA PRENSA/CORTESÍA WSPA


Nicaragua quedó en el limbo una vez más en las discusiones sobre salvar o matar a las ballenas, debido a que no firmó el comunicado del llamado Grupo de Buenos Aires (GBA), que busca la conservación de los cetáceos gigantes.

Como miembro de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), grupo reconocido por las Naciones Unidas para este tema, Nicaragua se unió al GBA en 2007 cuando asumió la Presidencia Daniel Ortega Saavedra, tras cuatro años apoyando a países cazadores de ballenas.

En un inicio intentó tomar el liderazgo en la conservación, pero con el tiempo desapareció. No se presentó a la reunión de la CBI en Portugal el año pasado, y tampoco viajó a Costa Rica, para ponerse de acuerdo con el GBA esta semana.

Esto no impidió que el GBA informara ayer que su posición en la reunión de la CBI a realizarse en junio en Agadir, Marruecos, será de rechazo al Consenso de Propuesta para Mejorar la Conservación de las Ballenas, un documento que pretende legalizar la cacería de ballenas, según los países latinoamericanos.

La caza de ballenas está prohibida desde 1986, cuando la CBI reconoció que éstas se estaban extinguiendo porque son cazadas de forma incontrolable.

No obstante, la CBI acepta que se maten ballenas para “fines científicos”, una práctica de la que abusan los países cazadores, según el GBA.

Pero los países en favor de la matanza de ballenas nunca estuvieron contentos con las limitaciones legales. Por esta razón, se les acusa de comprar las voluntades de países enteros con donaciones, o “reclutar” a algunos representantes, como ocurrió con Nicaragua a mediados de la presente década.

Desde 2008 las reuniones de la CBI son claves, porque los países “cazadores” vienen logrando apoyo suficiente para anular el decreto de moratoria de 1986.

El último intento lo hicieron por medio de la propuesta de reformas al documento IWC/62/7REV1 (Consenso de Propuesta para Mejorar la Conservación de las Ballenas), de la CBI, que busca realizar algunos cambios en la prohibición de la cacería.

El GBA dejó claro en Costa Rica que “el documento está muy por debajo de las expectativas”, e indicó que debe modificarse “significativamente”, si en verdad se quiere proteger a los cetáceos.

La propuesta, a juicio del GBA, presenta “desequilibrios importantes... propone concesiones por parte de los países conservacionistas y pospone la discusión de elementos fundamentales”.

Algunos de estos elementos son las reformas al artículo de reservas y objeciones, el de la cacería científica, y las amenazas que tienen las ballenas.

Por su naturaleza, reformar estos artículos sólo llevaría a abrir las puertas a la matanza de ballenas, ya que haría flexible las normas de cacería y se asumiría que estas especies no están en peligro de extinción.

El GBA advirtió que, por el contrario, las reformas deben estar dirigidas a reducir progresivamente la cacería científica hasta eliminarla.

El mismo grupo insistió en que los santuarios deben ser respetados y se debe añadir uno más: el Santuario de Ballenas del Atlántico Sur. No olvidaron decir que la CBI se tiene que modernizar.

Fuente: La Prensa 

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